Una de las prácticas más habituales de cara a sorteos como los de Navidad o El Niño es jugar la lotería en grupo. Compartimos número con nuestros compañeros de trabajo, el número del equipo de fútbol, el décimo compartido con familiares y amigos... Lógicamente, habrá que repartir las ganancias de un décimo según la participación de cada jugador. Pues bien, hay una forma de jugar a la lotería y a otros juegos de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) en grupo: las peñas de loterías.
Las peñas no son más que grupos de personas que deciden jugar juntos a la lotería. Comparten números y ganancias cuando sus números o décimos resultan premiados. La principal razón de apostar por las peñas es que, al jugar en grupo, aumentan nuestras opciones de conseguir un premio a cambio de una inversión inferior a la que haríamos jugando por nuestra cuenta. Lógicamente, si juegas en una peña de 20 miembros, cada uno a un número, tendrás más opciones de conseguir un premio que si solo llevas tu décimo.
Otra razón para compartir número con otros jugadores es la felicidad de compartir premio con familiares y amigos. No es lo mismo que te toque únicamente a ti y los invites a comer, que ver como te llevas un premio, pero tus amigos o familiares, que además son compañeros de peña, también resultan agraciados. Si todavía hay algún escéptico sobre las peñas, debería saber que es una forma de juego completamente legal en nuestro país, y además de a la Lotería podemos jugar en peña a la Bonoloto, La Primitiva, La Quiniela o el Euromillones, entre otros juegos.
Si nos ceñimos a lo estrictamente legal, estamos ante una comunidad de bienes gestora del dinero invertido y de los posibles premios obtenidos. Dicho así, puede parecer bastante complejo, pero nada más lejos de la realidad. En primer lugar, tenemos que reunir a un grupo interesado en participar en la peña. Aquí conviene que diferenciemos entre las peñas profesionales y amateurs, aunque ambas modalidades guardan similitudes. Seguramente pertenezcas al segundo grupo, el que juega con amigos y familiares.
Para que la peña funcione, es imprescindible que tengamos claras las normas de funcionamiento. Lo mejor que podemos hacer es dejar constancia por escrito de estas normas, de modo que cada jugador las pueda consultar y se eviten malentendidos. En ellas deben figurar aspectos como a qué lotería o sorteos jugaremos, cuánto debe aportar cada miembro de la peña, quién se ocupa de la compra y custodia de los boletos o décimos, además de los premios o el plazo límite para que cada jugador abone su participación.
A la hora de jugar con familiares y amigos, las nuevas tecnologías nos pueden resultar de gran ayuda. En el caso de Lotería Anta, al registrarte podrás invitar por correo electrónico al resto de jugadores de tu peña. De este modo, como administrador de la peña te resultará mucho más fácil la gestión de las jugadas, los cobros y los pagos desde el menú de usuario. Antiguamente, era necesario que esa persona recaudase el importe persona a persona antes de cada sorteo.
En estas normas también deberían aparecer las posibles comisiones o donativos de la peña. Cuando hablamos de peñas grandes o profesionales, es fácil que se aplique una comisión. En el caso de las pequeñas no suele pasar, aunque nos podemos encontrar con peñas de asociaciones, entidades o clubs deportivos que apliquen una pequeña comisión o donativo para financiarse o para destinarlo a otras causas. Es un recargo similar al que encontramos en las participaciones de lotería que venden en Navidad.
Seguramente te preguntes si realmente es rentable jugar la lotería en grupo, pero te proponemos otra pregunta: ¿es más fácil ganar con una participación o con 20? Lógicamente, cuantos más números tengamos, más opciones tendremos de conseguir un premio. Eso sí, conviene recalcar que no cobramos el premio íntegramente, sino que tendremos que repartir ganancias con el resto de jugadores de acuerdo con el dinero apostado.
Cada jugador es libre de decidir si le interesa más esta opción o si prefiere jugar por su cuenta y reducir sus opciones de ganar a cambio de un hipotético premio más grande, que no tendrá que compartir con nadie. También es importante señalar que las peñas no nos pueden garantizar unas ganancias mínimas, pues, como en cualquier sorteo, estamos en manos del azar. Evita timos que te garanticen un 100 % de opciones de ganar. Otra cosa es el historial de la peña y los premios que hayan conseguido, en especial si tiene muchos miembros.
Las normas de la peña son las que establecen el reparto de premios tras ganar un sorteo, pero en líneas generales lo habitual es repartir las ganancias de un décimo proporcionalmente según la aportación de cada peñista. También existe la posibilidad de reservar parte del premio para jugar en futuros sorteos, de modo que los jugadores se ahorren abonar alguna participación.
Cuando ganamos menos de 2000 €, el responsable de la custodia de los décimos o boletos podrá cobrar el premio en cualquier administración de loterías y repartirlo entre los peñistas. Sin embargo, los premios superiores a esa cifra deben cobrarse en las entidades financieras colaboradoras y, si ganamos más de 40 000 €, hay que pagar la correspondiente retención, de modo que tendremos que identificarnos en el momento de ir a cobrar.
En conclusión, jugar la lotería en grupo en una peña es una forma más de compartir décimos, números o boletos con amigos y familiares. Crear una peña de loterías es tan fácil como buscar un grupo, dejar por escrito las normas de funcionamiento y aprovechar las ventajas que os ofrecen administraciones como Lotería Anta para poner la peña en marcha. Basta con invitar al resto de tus peñistas y podrás gestionar cómodamente desde casa vuestras participaciones en los sorteos a los que queráis jugar.
¡Persigue tus sueños y encuentra tu suerte!