Comprar Lotería de Navidad es una tradición que no solo trae la ilusión de ganar, sino que también está rodeada de mitos y leyendas que cada año capturan la imaginación de los jugadores. A continuación, desmentimos algunos de los mitos más populares y exploramos las supersticiones más curiosas relacionadas con este sorteo tan esperado.
Uno de los mitos más extendidos es que el número 00.000 no se pone a la venta porque está reservado para la Casa Real. Sin embargo, esto es falso. El número 00.000 se distribuye al igual que cualquier otro número y puede ser adquirido por cualquier persona en diferentes administraciones de lotería.
Por ejemplo, el número 00.006, que nosotros ofrecemos, también está disponible y no tiene ninguna reserva especial, si te atraen los números bajitos, puedes hacerte con el 00.006 en nuestra web.
Otra leyenda urbana es que los números bajos o muy altos rara vez resultan premiados. No obstante, las estadísticas muestran que los premios han sido repartidos de manera bastante uniforme entre todos los rangos de números a lo largo de los años. Por lo tanto, todos los números, sin importar si son bajos o altos, tienen exactamente la misma probabilidad de ganar.
La Lotería de Navidad no solo está rodeada de mitos, sino también de diversas supersticiones. Algunas personas creen que frotar el décimo en la espalda de alguien con joroba o por la barriguita de una embarazada, pasar por debajo de una escalera antes de comprarlo o comprar un décimo en una administración que haya repartido el Gordo el año anterior les traerá suerte. Aunque estas prácticas no tienen base en la realidad, forman parte del folclore y la magia que envuelve al sorteo.
Es común que la gente busque números que coincidan con fechas especiales, como cumpleaños, aniversarios o el nacimiento de un hijo, con la creencia de que estos números son más afortunados. Sin embargo, todos los números tienen las mismas probabilidades de resultar premiados, independientemente de su significado personal.
Algunas personas eligen jugar siempre el mismo número, con la esperanza de que su número toque algún año. Las administraciones de lotería disponemos de algunos números fijos para todos los sorteos del año, lo que se llaman abonados de lotería, números que se transmiten incluso de padres a hijos. Así que jugar todos los años el mismo número para el sorteo de navidad es una de las prácticas más habituales relacionadas con la superstición.
Uno de nuestros números abonados es el 12.322 el cual año tras año se convierte en el número de la casa de nuestra administración.
Existe la creencia de que, si no se paga el décimo, no tocará. Esta superstición es más un recordatorio de la importancia de pagar el boleto que una verdad mística. Lo cierto es que, obviamente, solo los décimos pagados son válidos para cobrar un premio.
Durante el sorteo, es común que las personas lleven consigo amuletos como monedas de oro, cintas de colores o llaves antiguas, creyendo que estos objetos pueden atraer la buena suerte. Además, algunos queman los décimos no premiados del año anterior mientras repiten un mantra para atraer la suerte en el próximo sorteo.